La Dama de Picas (Teatro Mariinski II, Nueva Escena, ópera)

Acto I
Escena Uno
El Jardín de verano en primavera. Dos oficiales, Chekalinsky y Surin, están preocupados por la suerte de su amigo Herman, que visita las salas de juego todas las noches, a pesar del hecho de que él no juega porque es muy pobre. Herman se convierte en imagen, acompañado por el conde Tomsky, a quien le explica la razón de su comportamiento extraño: él está enamorado de una chica a quien aún no se ha introducido, y quiere ganar una gran suma de dinero para casarse con ella ("No sé su nombre"). Chekalinsky y Surin felicitan al príncipe Yeletsky en su próximo matrimonio. Una vieja condesa está caminando en el jardín con la misma chica que ama a Herman. Al enterarse de que ella es la novia Prince's, él está profundamente conmovido. Las mujeres se asustaron por su apariencia ("Estoy asustado"). Tomsky cuenta la historia de la antigua pasado Countess' en París. El conde de Saint-Germain le mostró tres cartas ganadoras. Los oficiales se ríen de Herman, y le aconsejan tentar a la suerte, mientras que Herman se compromete a luchar por su amor.
Escena dos
Habitación Liza's. Ella está cantando con su amiga Polina ("¡Oh, qué noche"). Izquierda solo, Liza revela sus sentimientos: el Príncipe la ama, pero ella no puede olvidar la mirada apasionada del desconocido en el jardín ("¿Dónde están estas lágrimas de?" "Oh, escucha, oh, noche"). Como si hubiera escuchado su llamado, Herman aparece en el balcón. Amenaza con suicidarse porque Liza se promete a otro, y le dice que nadie la ama tan apasionadamente como lo hace ("Perdóname, criatura celestial"). La condesa entra, y Liza oculta la Herman enamorado. Al igual que un hombre poseído, Herman comienza a buscar las tres cartas. Después de haber estado con Liza, se da cuenta que está feliz sólo cuando él está con ella.

Acto II
Escena Tres
Un baile de máscaras en la casa de un alto funcionario. Yeletsky asegura Liza de su amor ("Yo te amo"). Herman sigue atormentado por pensamientos de las tres cartas. Un intermezzo-pastorela musical comienza ("Mi pequeño amigo querido"). Después de que termina, Liza da Herman una llave para una puerta secreta por la que puede entrar en su habitación.
Escena Cuatro
El dormitorio Countess'. Es de noche. Por encima de la chimenea hay un retrato de la condesa en su juventud vestida como la reina de picas. Herman entra cuidadosamente la habitación. Él promete arrancarle el secreto de la anciana, aunque el infierno le espera. Pasos son escuchadas, y Herman oculta. Siervos entrar, y luego la condesa, que comienza a prepararse para la cama. Después de haber enviado los siervos de distancia, la condesa se queda dormido en su silla. De repente, Herman aparece ante ella ("No te asustes! Por el amor de Dios, no te asustes!"). De rodillas, que le ruega que nombrar las tres cartas. La condesa, después de haber resucitado de su silla, no dice nada. Luego señala Herman su pistola hacia ella. La anciana se cae. Herman ve que ella está muerta.

Acto III
Escena Cinco
Habitación Herman's en el cuartel. Liza le ha escrito para decir que ella está dispuesta a perdonarlo, pero los pensamientos Herman's son otros lugares. Él recuerda el funeral Countess' ("Todos los mismos pensamientos, la misma pesadilla"). El fantasma de la condesa aparece ante él. Por amor a Liza, ella nombra las tres tarjetas de magia para él: un tres, un siete y un as.
Escena Seis
En las orillas del Canal de Invierno, Liza espera a Herman ("¡Ah! Estoy agotado, estoy cansado"). De sus palabras se entiende que él es responsable de la muerte Countess', y que ha salido de su mente. Ella quiere llevárselo con ella, pero él la empuja a un lado y se escapa (el dúo "Oh, sí, los sufrimientos son más"). Liza se arroja al río.
Escena Siete
Una sala de juego. Tomsky se sorprende al encontrar Yeletsky, que está buscando a Herman con el fin de vengarse de él. El Herman recién llegado entra al juego. Herman celebra su victoria ("¿Cuál es nuestra vida, pero un juego!"). Sus huelgas racha ganadora miedo en los corazones DE TODOS. Yeletsky entra al juego. Herman apuesta todas sus ganancias en la tercera carta, pero en lugar de un as, su mano se le ocurre la Reina de Espadas. A Herman sorprendida ve el fantasma de la condesa. Ella espera a su muerte. Herman muere, su último pensamiento de Liza.